I una trista retòrica: M'estic morint per tu,
em moriré per tu un dia qualsevol.

No se resista a dejarse invitar por ella si tiene más dinero. Si usted no es un gigoló, ella no va a pensar que lo sea porque acepte su invitación. Si le molesta que siempre tenga que pagar ella y quiere mantener la relación, sea del tipo que sea, digáselo y pacten alguna solución. De todas formas, no debe avergonzarse de tener poco dinero o de tener menos que ella. Ciertos pequeños obsequios de escaso valor económico pero que manifiesta claramente que usted ha pensado en ella, en sus gustos y en sus aficiones, deben bastar para compensar.

Reprima sus asquerosos «instintos» paterno-machista de explicarle a ella cómo es en realidad. Aunque usted sea un tipo muy inteligente, si ella quiere un psicoanalista o un director espiritual, ya se lo buscará y preferirá pagar o dar limosna para las obras de la parroquia antes de enviarle a usted a hacer puñetas o quedarle eternamente agradecida por sus generosos consejos.

Mai més podràs servir-te del recurs
a la bellesa si no és per fer-ne
un temple o bé un refugi. Colpidora,
la solitud desvetlla estranys fantasmes
i t'acara amb la imatge que volies
oblidar. Més enllà d'aquest desfici
no hi ha res; més ençà, la mort que vetlla
la immutable desfeta de les hores.

Love and translation look alike in their grammar. To love someone implies transforming their words into ours. Making an effort to understand the other person and, inevitably, to misinterpret them. To construct a precarious language together.

Dollar for dollar, no other society approaches the United States in terms of the number of square feet per person, the number of baths per bedroom, the number of appliances in the kitchen, the quality of the climate control, and the convenience of the garage. The American private realm is simply a superior product. The problem is that most suburban residents, the minute the leave this refuge, are confronted by a tawdry and stressful environment. They enter their cars and embark on a journey of banality and hostility that lasts until they arrive that interior of their next destination. Americans may have the finest private realm in the developed world, but our public realm is brutal.