Pero yo sabÃa que con Adam sà habÃa motivos para armar revuelo. Lo sabÃa por el calor que recorrió mi cuerpo aquella noche, cuando me dejó en casa después del concierto y me besó una vez más en la puerta. Lo sabÃa porque me quedé despierta hasta el amanecer abrazada a la almohada. Porque no puede comer al dÃa siguiente, ni borrarme la sonrisa de la cara.
— Gayle Forman
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