¿Te encuentras bien? Tu barco está a punto de undirse. TodavÃa no has pedido socorro? Has abusado del barco de tu espÃritu y te has privado a ti misma de puerto. Ahora, pues, ha llegado el momento de continuar a nado, de atravesar el mar nadando con tus propias y solas fuerzas. Todo lo que tienes delante es la muerte. ¿Es eso lo que quieres?