—Te diré a lo que es real. Real es que yo estaba en la cárcel durante el último año, quedándome en conjunto con los distribuidores de drogas y consumiendo una porquerÃa de basura como alimento, que ni siquiera tu perro tocarÃa. Real es no poder usar la maldita ropa interior propia y ducharte con veinticinco pollas de otros tipos todos los dÃas mientras los guardias vigilan el reloj. Real es que mi vecina de al lado que camina como si estuviera en equilibrio sobre unos zancos, porque la pierna está tan jodido por el accidente. Brian, tu percepción de la realidad es totalmente errónea.