—Tal vez siempre has sido sabio —dijo Jace—. Recuerdo que cuando te pregunté si querÃas ser mi parabatai, tú me dijiste que necesitabas un dÃa para pensar en ello. Y luego volviste y dijiste que sÃ, y cuando te pregunté por qué accediste a hacerlo, dijiste que era porque necesitaba a alguien que me cuidara. TenÃas razón. Nunca pensé en ello de nuevo, porque nunca tuve que hacerlo. Te tengo, y siempre has cuidado de mÃ. Siempre
—No —dijo Alec—. No hables asÃ.
—No ¿Por qué?
—Porque —dijo Alec—. Asà es como la gente habla cuando piensan que van a morir