Solo después de casarse descubrió Galip que en la vida de aquella persona anónima a la que las estadÃsticas y los encasillamientos burocráticos llaman "ama de casa" (aquella mujer con detergente e hijos que Galip jamás habÃa podido relacionar con Rüya) existÃa una región asà de secreta, asà de misteriosa y asà de resbaladiza.