Se puede vivir sin leer, es cierto: pero también se puede vivir sin amar: el argumento hace aguas como una balsa capitaneada por ratas... Sólo quien ha estado enamorado sabe lo que el amor regala y quita: sólo quien ha leÃdo sabe si la vida merece la pena de ser vivida sin la conciencia de aquellos hombres y mujeres que nos han escrito mil veces antes de que naciéramos. Y que nadie se sonrÃa ante estas lÃneas. Por una vez, y sin que sirva de precedente, han sido escritas sólo desde la emoción.