Pero cada uno de los hombres no es tan solo él mismo; es también un punto único, particularismo, importante siempre y singular, en el que se cruzan los fenómenos del Mundo, sólo una vez de aquel modo y nunca más.

¿No irá usted a creer que todos esos bípedos que andan por la calle son hombre sólo porque anden derechos y lleven a sus crías nueve meses dentro de sí? Muchos de ellos son peces u ovejas, gusano o ángeles; otros son hormigas, y otros abejas. En cada uno existen las posibilidades de ser hombre; pero sólo cuando las vislumbra, cuando aprende a hacerlas conscientes, por lo menos en parte, estas posibilidades le pertenecen.

Mira, todos los hombres son capaces de hacer lo increíble cuando están amenazados sus ideales. Pero ninguno está dispuesto cuando se presenta un nuevo ideal, un nuevo movimiento de expansión quizá peligroso y misterioso.

Pero en los casos en los que no ha sido costumbre sino el más íntimo impulso el que nos ha llevado a ofrecer amor y veneración, cuando hemos sido discípulos y amigos de todo corazón, el momento de reconocer que la corriente dominante en nosotros se aparta de la persona querida es amargo y terrible.

We who bore the mark might well be considered by the rest of the world as strange, even as insane and dangerous. We had awoken, or were awakening, and we were striving for an ever perfect state of wakefulness, whereas the ambition and quest for happiness of the others consisted of linking their opinions, ideals, and duties, their life and happiness, ever more closely with those of the herd. They, too, strove; they, too showed signs of strength and greatness. But as we saw it, whereas we marked men represented Nature's determination to create something new, individual, and forward-looking, the others lived in the determination to stay the same. For them mankind--which they loved as much as we did--was a fully formed entity that had to be preserved and protected. For us mankind was a distant future toward which we were all journeying, whose aspect no one knew, whose laws weren't written down anywhere.

At one time I had given much thought to why men were so very rarely capable of living for an ideal. Now I saw that many, no, all men were capable of dying for one.