(...) y todo aquello unido era el rÃo, todas las voces, los fines, los anhelos, los sufrimientos, los placeres; el rÃo era la música de la vida. Y cuando Siddharta escuchaba con atención al rÃo, podÃa oÃr esa canción de mil voces; y sino escuchaba el dolor ni la risa, si no ataba su alma a una de aquellas voces y no penetraba su yo en ella ni oÃa todas las tonalidades, entonces percibÃa únicamente el total, la unidad. En aquel momento, la canción de mil voces, consistÃa en una sola palabra: el Om, la perfección.
— Hermann Hesse
peace-on-earthperfectionsiddartha