Cuando pensaba en él muriendo, que admito que no ha sido muchas veces, siempre pensaba en lo que dijiste, en que se le habían roto los hilos por dentro. Pero hay mil maneras de verlo. Quizá los hilos se rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba, y nuestras raíces son tan interdependientes que nadie esta muerto mientras quede alguien vivo. Lo que quiero decir es que no nos faltan las metaforas. Pero debes de tener cuidado con la metáfora que eliges, porque es importante. Si eliges los hilos, estás imaginándote un mundo en el que puedes romperte irreparablemente. Si eliges la hierba, estás diciendo que todos estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema de raíces no sólo para entendernos unos a los otros. Las metáforas implican cosas.