Al fin nos hemos encontrado. Al fin te encuentro. Justo cuando pienso que no tardaré en ponerme a llorar, me doy cuenta de que algunas lágrimas ya me empañan en los ojos. Él también se da cuenta y sonrÃe. Y, sin parar de llorar, yo sonrÃo también. Aspiró con fuerza el aire primaveral que huele a premoniciones.