-En mis ojos, fuiste mÃa desde el momento en el que te vi en el Starbucks con tu amiga. En mi mente, eres mÃa desde que trabajas en las cocinas y te vi sonreÃr. En mi cabeza, eres mÃa desde que probé la nata que tenÃas en la boca aquel dÃa que te caÃste. En mi corazón, eres mÃa desde que, como una leona, me hiciste el amor en el almacén. Y en mi vida, eres mÃa desde que hoy te he tenido para mà y me he dado cuenta de que eres mi mujer.